viernes, 8 de febrero de 2013

RESOLUCIÓN DE DUDAS

Su Santidad Benedicto XVI recibe la ceniza, dándonos ejemplo como tiene que hacer el Vicario de Cristo.




Son dos preguntas que se han planteado en clase de 1º E.S.O. B.

1ª El miércoles de ceniza vamos a la iglesia y nos ponen la ceniza. ¿De dónde se saca la ceniza que nos ponen en la cabeza? ¿Qué significado tiene la ceniza?

El miércoles de ceniza empieza la Cuaresma. La Cuaresma son 40 días en los que nos preparamos para la Semana Santa. Comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. El color litúrgico que empleará en sus vestiduras el sacerdote en los oficios durante este tiempo es el color morado: el color morado significa luto y penitencia. Es un tiempo en el que los cristianos nos tenemos que preparar para los misterios de la Pascua. La Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas a los fieles el miércoles en que empieza la Cuaresma desde el siglo XI; aunque su origen puede remontarse a fechas anteriores, pues desde los primeros siglos de la Iglesia, los cristianos se ponían ceniza en la cabeza para recibir el Sacramento de la Penitencia el Jueves Santo. 

La ceniza que se nos pone sobre la cabeza se obtiene tras quemar las palmas que los mismos fieles emplearon el Domingo de Ramos del año anterior.

La ceniza es, pues, señal de que nos arrepentimos de nuestros pecados, que los confesamos con humildad y esperando el perdón del Señor en el confesonario y que estamos dispuestos a cumplir la penitencia que nos imponga Cristo.

La ceniza es, también, señal de que nuestra vida en la tierra pasa volando, que es algo frágil y pasajero y que queremos gozar de la presencia de Dios en la gloria, convirtiéndonos de corazón a Dios, como hizo el "hijo pródigo" que, después de tanto tiempo fuera de casa, derrochando la herencia, regresa a la casa del Padre.

Queda respondida la primera pregunta. Y pasamos a responder la segunda aquí abajo.

Acetre e hisopo

2ª El cura "bautiza" con el agua de un cazo a los animales. ¿Se puede bautizar a los animales?

Los animales son criaturas de Dios y es muy posible que tengamos animales domésticos y mascotas en casa, a las que les tenemos mucho cariño. Muchos santos mostraron gran cariño por los animales, entre ellos recordemos a San Antonio Abad y a San Francisco de Asís. Pero los animales no tienen alma racional y no pueden recibir sacramento ninguno: la Iglesia no bautiza a los animales, lo que vemos que hace el sacerdote cuando en determinados días rocía con agua a un animal es una bendición. La Iglesia, a través de sus sacerdotes, bendice todas las cosas buenas. Y los animales no iban a ser menos.

El "cazo" donde se contiene el agua bendita se llama "acetre". El sacerdote introduce en el acetre el "hisopo" (también llamado "aspersorio") para tomar agua y rociarla sobre aquello que se bendice: sean personas en alguna ceremonia, animales, una casa o, por ejemplo, un coche. El hisopo es un utensilio litúrgico que tiene un mango por el que lo toma en la mano el sacerdote y, en uno de sus extremos, el aspersorio suele consistir en una bola metálica que está hueca y tiene agujeros. Dentro de esa bola hay un material que retiene el agua y cuando el sacerdote mete el hisopo en el acetre, la bola hueca recoge agua bendita que es la que cae sobre aquello que el sacerdote bendice.  

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