jueves, 31 de enero de 2013

LOS NOMBRES DE LOPERA

Este blog quiere ser un cauce para los alumnos de la asignatura de Religión Católica del I.E.S. Gamonares de Lopera (Jaén). Para saber dónde estamos, empecemos por el nombre de la localidad en la que han nacido y/o residen sus protagonistas, que son los alumnos.
  

Los pueblos muy antiguos no siempre se llamaron como ahora se llaman. Según D. Manuel Medina Casado y D. José Luis Pantoja Vallejo, basándose en la inscripción de una lápida romana, deducen que en tiempos de los romanos Lopera pudo llamarse "Polesi". Parece que el topónimo "Lopera" (lo que significa el nombre actual del municipio) se remonta a Alfonso X el Sabio, hijo de Fernando III el Santo. Así lo afirma D. Alfonso de Viedma en un artículo del año 1919. Cuenta D. Alfonso de Viedma que Lopera fue reconquistada a los musulmanes por Fernando III el Santo y que, cuando el rey repartió las tierras, concedió estas a Don Lope de Haro, que era Señor de Vizcaya. Cuando Alfonso X llegó al trono llamó "Lopera" (que podría significar algo así como "lugar de Lope") al fuerte castillo que se había llamado "Bascena" en tiempos de la dominación musulmana.

Esto explicaría que en el escudo heráldico de Lopera haya un cuartel donde vemos dos lobos. Gonzalo Argote de Molina nos cuenta que: "Eran las armas de D. Diego López de Haro dos lobos negros en campo blanco, usadas en los de su linaje, por alusión del nombre de Lope llamado en latín Lupus, usado en los Señores de Vizcaya y sus antecesores".

Los dos Lobos en el escudo heráldico del Señor de Vizcaya


Escudo heráldico de Lopera (Jaén), con los dos lobos del Señorío de Vizcaya en uno de sus tres cuarteles.
Imagen tomada del Excelentísimo Ayuntamiento de Lopera (Jaén). 

PARA SABER MÁS:


"Apunte histórico de Lopera". Autores: Manuel Medina Casado y José Luis Pantoja Vallejo, Imprime Gráficas La Paz, Torredonjimeno, año 1996.

"Los Monteros de Espinosa", artículo de Alfonso de Viedma, Revista Don Lope de Sosa, Jaén, año 1919, pág. 167.

"Nobleza de Andalucía", Gonzalo Argote de Molina, Riquelme y Vargas Ediciones, Jaén, año 1991, pág.90.