Dios está en todas partes, pero en el templo la presencia de Dios está en el silencio y en lo invisible. Todos los objetos que vemos en el templo nos lo están diciendo, aunque para ello tenemos que saber cómo se llama cada cosa del templo y para qué sirve. Por estar Dios en el templo tenemos que entrar convenientemente vestidos, con una actitud respetuosa y reverente, pues vamos a adorar a Dios como es debido y si nos comportamos mal estamos ofendiendo a Dios.
Mucha gente no lo sabe, pero cuando entramos en un templo traspasamos una línea invisible: lo que dejamos al otro lado de la puerta es la calle (donde puede haber ruido) y a todo eso que no es el templo lo llamamos "profano", mientras que lo que hay dentro del templo es "sagrado".
Estos dos conceptos: "profano" y "sagrado" son fundamentales. Y hay que tener muy claro, para poder estar en el templo como hijos de Dios, que cuando atravesamos la puerta y nos introducimos en el templo estamos pisando suelo sagrado y, como hijos de Dios, tenemos que estar en él con el mayor respeto que le debemos a Dios Nuestro Señor. Es por esa razón que tenemos que ser silenciosos, manteniendo la actitud más respetuosa y reverencial, sabiendo que es el mismo Dios -Jesucristo Eucaristía en el Sagrario- Quien está ahí. No entraremos en el templo de cualquier manera (vestidos inconvenientemente o haciendo cosas inapropiadas: comiendo, bebiendo, corriendo, gritando, hablando como si estuviéramos en la calle...).
Para comprender a fondo la Santa Misa, para participar plenamente del milagro y del misterio más grande que tiene lugar en el mundo, es necesario conocer los objetos que sirven al sacerdote celebrante para el servicio litúrgico. Vamos a empezar por dar el nombre correcto a los objetos que vemos en la iglesia y, especialmente, en la Celebración Eucarística que es el centro de la vida de un cristiano.
En el mobiliario (que es el conjunto de los objetos que sirven al sacerdote para el Sacrificio) podemos distinguir varios grupos: 1) Vasos eucarísticos o sagrados; 2) Altares; 3) Objetos de adoración y votivos; 4) Pilas; 5) Cátedras; 6) Lucernas; 7) Insignias; 8) Libros litúrgicos; 9) Campanas; 10) Órganos; 11) Otros objetos.
Vamos a empezar por los Vasos Eucarísticos y hoy vamos a aprender algo sobre el "Cáliz". Se encargará de esta sección un alumno de 1º E.S.O. del I.E.S. GAMONARES.
1) VASOS EUCARÍSTICOS:
CÁLIZ
La palabra "Cáliz" procede del latín "calix" y significa: taza, copa, vasija donde se bebe. Es un recipiente con forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia, el Cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable
para el sacrificio de la Santa Misa ya que debe contener el vino que se
convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo.
El Cáliz nos recuerda ciertos pasajes bíblicos en los cuales Jesús asocia a sí mismo y de una nueva manera, el uso de una copa: los discípulos "tomarán de la copa que Jesús tomará" (Mc 10: 38). En la Última Cena, la copa contenía vino que "es Su Sangre" (la Sangre del Señor), y en el Huerto de Getsemaní Jesucristo reza al Padre para que que si es posible, sea apartada de él "la Copa". Como podemos apreciar, la palabra "copa" que se emplea en estos pasajes es equivalente al Sacrificio sangriento que se realizará en la Cruz donde será crucificado Nuestro Señor en el Monte Calvario (que hemos visto en clase).
La forma, el material y el estilo con el que se han hecho los cálices ha ido cambiando en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Es conveniente que el recipiente del Cáliz esté hecho con metal precioso, pues lo que va a contener es lo más precioso: la Sangre de Cristo. El pie de la copa puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa.
El Cáliz nos recuerda ciertos pasajes bíblicos en los cuales Jesús asocia a sí mismo y de una nueva manera, el uso de una copa: los discípulos "tomarán de la copa que Jesús tomará" (Mc 10: 38). En la Última Cena, la copa contenía vino que "es Su Sangre" (la Sangre del Señor), y en el Huerto de Getsemaní Jesucristo reza al Padre para que que si es posible, sea apartada de él "la Copa". Como podemos apreciar, la palabra "copa" que se emplea en estos pasajes es equivalente al Sacrificio sangriento que se realizará en la Cruz donde será crucificado Nuestro Señor en el Monte Calvario (que hemos visto en clase).
La forma, el material y el estilo con el que se han hecho los cálices ha ido cambiando en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Es conveniente que el recipiente del Cáliz esté hecho con metal precioso, pues lo que va a contener es lo más precioso: la Sangre de Cristo. El pie de la copa puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa.
Benito Alcalá Calleja, 1º E.S.O. A
I.E.S. GAMONARES (Lopera)
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